El Chorrillo

Cho
Ri
LLo...

De sangre

De púrpura me vacío,
como caño de abrevadero.

Vacío,
vacío de proyectos en un plano,
vacío,
existo al ver mis manos,
soy si exprimo lágrimas,
siento vacío,
nada oscura.

¡Golpeo!
¡Grito!
Despierto en la bruma
y no tengo nada.

Dirijo pasos en  plano abierto,
olor metálico, lineal y exacto.

Soy nada en el desierto que invento,
gas en atmósfera inerte.
Viento en nada,
luz sin objeto.

Sólo queda el sueño,
abandonar los mandos,
inventarme en un cuento.
 

Luz

A la luz inerte de la luminaria
en las noches de estío
acuden fantasmas perdidos
en tierra de nadie
entre la vida y la muerte.

De las cuatro tribus

Tineidos aquellos que devoran la ropa
enfermos de recuperar el sentido,

como el del tacto guardado en un guante
fría suavidad de la nieve,
como el sabor del traje de baño
tonos de azul salado.
 
Pirálidos aquellos que envenenan la fruta
rabiosos de anhelos de vino.

Géléquidos aquellos de alas angostas
transgresores de la vida que les fué arrebatada.

Tortrícios aquellos causantes de plagas
señores glosados del clado Ditrysia.


Todas polillas
todas perdidas
confunden la luz artificial del neón
con la que iluminó sus pupilas.

Al nacer dejaron penumbras
mientras su madre aullaba en alumbramiento.

Envueltos por frecuencias solares
en el reino de los cielos
perecieron de frío  miedo
por ausencia de clorofila
desposeídos de su velo.

Aterrados en capullos
trasmutaron en ciegos insectos

que durante el día huyen
de la verdad y su infierno

que por las noches buscan
desesperados
el atisbo de luz
donde libar la falsa vida
que un día tuvieron.

Fantasmas alados en busca de su verdad,
seres aturdidos  por luces de colores,

mentes atrapadas por la química del flúor...

curiosa visión en un cielo estrellado.

Mahoure

Manto nevado sobre un mar dorado
¿Dónde estarás?
¿Cómo seras?

Así son los fresquitos del Maure
de precioso color de tierra y nieve

Angulando el codo
reposando el sentío
quizás sentado encerrado en prensa
o ensimismado en sus botellas 
y las mejores en conversa.

En incesante murmullo de la voz del obrero
en rodeado de quilates de sudor y mierda
sumergido en vida verdadera
en auténtica risa y escasa cartera

sobrevivo como tantos
que pierden los ojos tras sus sueños
que mueren vivos de pesadilla
que están y pasan
que pasan sin estar.

Tantos llantos

Y es la sed de licores prohibidos
la necesidad del virgen  de soñar con los pechos de Amarcord.

La teoría de la felicidad del sapiens al cuadrado
que esconde sus instintos bajo el yugo de la sociedad correcta.

Aprender a confundir
el lapislázuli con el azul de una pantalla
obviar el de tus ojos reflejado en el cielo.

Dios mío
que por mío eres
!y eres cabrón!

Queridísimos y más queridas todavía
os ruego
con la misma seriedad de un rescate financiero

 ¡entrad!

¡ penetrad en mí!
profanad cuanto queráis

como queráis.

Tomad mi reino
incendiad mi alma
acuchillad mi vientre.

Esparcid mi cuerpo
por los cuatro puntos cardinales

llevadme con la marea del plenilunioç
a otros lugares

donde ser animal
no sea pecado
donde ser sincero
no sea reparo.

Gin mare

La pasión

de un lunes
puede que de enero
quizás al atardecer

o cualquier otra

es magia de vida plena
arte sinestésico
borrachera de plurisentimiento

envoltorio de sublime energía
conquista de felicidad

¿quién ha de querer un mundo envuelto en universo?

he dicho!

Al espejo complejo, entuerto de pensamientos,
balsa de aceite para el miedo,
que da reflejo de algo ajeno.

Al paso lento del aburrimiento, algarabía del descontento,
pudor alcahuete de puro complejo,
que mira lo bello con recelo.

Al árbol manco, guardián del río muerto,
de reflejo opaco y sucio dinero,
que nos robaron.

Os dejo, me alejo, reniego por completo.


Autor: Javi (alias Javito de la estación)

Chupando lobo

El pericardio cae como como un albornoz en una película erótica,

al borde del lavabo y con los pies descalzos,

mi corazón queda desnudo entre azulejos de colores.

Con los músculos al aire y aturdido por imágenes relampageando en mis ojos,

como el  sueño indespertable,

salvo por el frío que desprende un filete de pollo, 

por el calor del vino de mi tierra.

Un golpe metálico y un cambio de ritmo me recuerdan que sigo en tierra de lobos,

mis queridos lobos,

haciendo selección natural de mis neuronas,

sentimiento cobarde, 

corazón cazado.

En la hoguera de esta noche a media luna,

sentado con el alma en mis manos,

espero vuestra llegada.

en la pesadilla acariciaré vuestro lomo,

con la lengua y con una sonrisa.

   

De la milonga de los sueños

Y es milonga en boca de Romeo
su boca 

la que me para como pintao al atardecer

ardiente de saudades que me lloran 

no de tristeza

quizás de alegrías

saudade de aquel amor milonguero

efímero como el sol que muere en el horizonte

intenso como el vello tenso en verano 

saudade de encontrarle en el devenir de los días

de un recuerdo de su mueca

de los ecos de su sonrisa

y en mi despertar

sigo ardiendo en su sueño

Recuerdo

vivir en un dejarse llevar por los deseos que no comprende la razón...

Y siempre queda en el aire,

Y siempre queda en el aire la imagen,

El olor que viste un momento,  

 En danza oriental,  se desliza el cuerpo dejando paso al recuerdo, sin más ni menos,

Dejando una estela que otros respiraran…

 

Y en el recuerdo me recreo,

en ese dulce recuerdo me recreo,

pues en el momento nada tengo,

no tengo imagen ni estela ni sabor,

y es solo mi alimento,

tu recuerdo,

tu sabor...

Agua y fuego

En un sòlo cuerpo,
abrazando al deseo,
cubiertos bajo una sola piel,
sin destino más lejano que tus ojos,
con los míos atados a tu sexo,
sacrifio de la carne en tu fuego.
Llama que enciende mi vida,
droga que duerme al dragòn.
Y en sus sueños sigo alerta,
sigo amando tras la quema,
quiero tu fuego eterno,
quemar mi vida entera.

Al alba

Alba que irrumpe en mi beso,

noche que torna en mañana,

fin del sueño que embelesa.

Retorno al mundo sin sentido,

ausente,

vuelvo a la vida que no sueño.

Sentir a centímetros tu cuerpo dormido,

buscar tus labios,

despacio,

parando en cada milímetro,

y nacer el beso,

y temblar… de puro gusto.

Dejo mis lobos negros a la caza en tu llanura,

son los besos en tu cuello,

los ladrones de tus sueños.

El alba ineludible avisa,

tristes movimientos susurran mi marcha,

sonidos apagados de algodón y lana,

pisadas a una puerta.

Salgo del jardín con flores en boca,

marcho y siento, te siento,

pues en mi te llevo,

tu sabor en mi saliva, tu cuerpo en mis ojos, tu sonrisa en mi mejilla.

En el alba eres idea perfumada,

que con cuidado guardo bajo lengua mojada,

y cierro la boca, tu boca,

dibujando una sonrisa.  

Del aquí al más allá.

Desde la calma,
abrazo tu mirada
y te cuento,
con lenguaje tranquilo,
te doy lo recogido de mi vida.
No es poco ni mucho,
ni mejor ni peor que la de otras,
Mirarme a mis ojos,
voltearme y sentirme,
vestirme con el miedo,
y siempre amanecer.
Sin meta y al galope,
llanuras y pendientes,
arenas y rocas,
playas tras desiertos,
y siempre el horizonte,
con la sombra  perseguidora,
que apenas me alcanza.
No jales mis bridas,
no quiebres mis tobillos
en tu frenar temeroso.
No es pisada sino sombra,
permitídme amigo mío,
arrebatarte mi presencia en mi vuelo,
en retiro estipulado,
ocaso de mi vida,
esa que tanto amo,
fortuna de haberla sentido,
gracia de junto a ti haberla compartido.

ola que no cesa

espíritu de ola

en mar calmada
en mar inmensa

cordillera en tu puerto
caricia en tu roca

ola rizada con pelo de nácar
manos de espuma y cristales de plata

ola que salta y te abraza
con su orgullo en la resaca

ola desnuda
ola en sus huesos

abrazada a tu orilla
dormida en un beso

ola que no acaba
ola que no cesa

de soñar con tu mirada
de vivir de tu reflejo