Y es milonga en boca de Romeo
su boca
su boca
la que me para como pintao al atardecer
ardiente de saudades que me lloran
no de tristeza
quizás de alegrías
saudade de aquel amor milonguero
efímero como el sol que muere en el horizonte
intenso como el vello tenso en verano
saudade de encontrarle en el devenir de los días
de un recuerdo de su mueca
de los ecos de su sonrisa
y en mi despertar
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