domingo, 24 de julio de 2011

Momentos

en ciertos momentos, desde que comprendí lo efímero que es ser amado, me inserto en la tierra yerma de los páramos de mi ser, y allí entre lágrimas y puños cerrados, me arropo de una soledad tranquilizadora, pues conmigo estoy y nada más necesito, el frío vacío de sentimientos alinea mis neuronas poniendo orden allí donde prendió fuego la llama del corazón, ese plano oscuro, tan real como mi pensamiento, hace indescifrables los caminos que vivo,  pues son tanto que siento, tanto como el cansancio y la alegría de viajarlos, y aún siendo ecuánime con ambos.... es siempre el corazón el que engaña a los más altos tribunales de la conciencia, dejando libre de cargos a la pasión.

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